El Reino Unido prohibirá la venta de motocicletas de gasolina a partir de 2040, comenzando gradualmente en 2030, como parte de su estrategia para alcanzar emisiones netas cero. Esto afectará a todas las motocicletas de más de 50 cc y con una velocidad superior a 50 km/h. Aunque las motocicletas de gasolina representan solo el 0,5% de las emisiones de transporte, el gobierno busca fomentar el uso de motocicletas eléctricas, que actualmente representan solo el 2% de las ventas totales.
Los motociclistas y asociaciones como el 'Motorcycle Action Group' critican la medida por considerarla inviable y perjudicial para la industria de motocicletas británica. Argumentan que la contribución de las motos de gasolina a la contaminación es mínima y que la prohibición podría afectar negativamente a la economía y al empleo en el sector.
A pesar de las críticas, el gobierno defiende la prohibición, afirmando que hará la vida de conductores y motociclistas más justa y económica. Confían en que un número creciente de personas adoptará las motocicletas eléctricas con el tiempo. Actualmente, los ciclomotores eléctricos están ganando popularidad, con la mitad de las matriculaciones en este segmento siendo eléctricas.
La industria y los usuarios están a la espera del anuncio oficial para conocer los detalles exactos del plan y sus implicaciones, mientras continúa el debate sobre la viabilidad y el impacto de esta ambiciosa medida en el futuro de la movilidad en el Reino Unido.